El horizonte de la Selección y la sorpresa doméstica: entre el sorteo del Mundial 2026 y la nueva estrella de Central

Desde aquel histórico Brasil de 1962, ningún seleccionado ha logrado la hazaña de defender con éxito el título en una Copa del Mundo. Tal es la magnitud del desafío que afrontará la Argentina el próximo verano en Norteamérica, donde buscará revalidar la gloria conseguida en Qatar 2022. Con Lionel Messi como el eterno motor de la ilusión y tras haber cortado una sequía de 36 años, la Albiceleste llegará a Estados Unidos, Canadá y México como la gran candidata para muchos, con la expectativa lógica de superar la fase de grupos sin sobresaltos. Sin embargo, para que el camino a la fase eliminatoria sea lo más allanado posible, mucho dependerá de la fortuna en el sorteo que se realizará el próximo 5 de diciembre.

Proyecciones y el anhelo de un grupo accesible

Basándonos en las proyecciones de los bombos y el ranking mundial, el cuerpo técnico de Lionel Scaloni ya puede empezar a barajar los mejores y peores escenarios. En un hipotético “grupo de la vida”, la Selección podría cruzarse con Austria, que aparece como el rival más débil del Bombo 2; si bien ganaron seis de sus ocho partidos de clasificación, mostraron falencias ante equipos como Bosnia y Rumania.

Para completar una zona ideal, Costa de Marfil asoma como la opción más favorable del Bombo 3. Los “Elefantes”, que aún viven del recuerdo de la era de Yaya Touré y Didier Drogba, han caído en el ranking por debajo de Túnez. Finalmente, Nueva Zelanda sería el rival soñado del Bombo 4, un equipo que nunca enfrentó a la Argentina y que hoy se ubica incluso por debajo de Haití y Curazao en la consideración global.

Los fantasmas que conviene evitar

En la vereda opuesta, el “grupo de la muerte” tiene nombres propios que despiertan respeto. La prioridad absoluta será esquivar a Croacia en el Bombo 2. Aunque el recuerdo fresco es el contundente 3-0 en las semis de Qatar, nadie olvida la dura derrota por el mismo marcador en 2018; el equipo de Zlatko Dalić, por experiencia y oficio, es un hueso duro de roer.

En el Bombo 3, Australia representa el desafío estadístico más complejo, ya que no es posible cruzarse con Ecuador por ser de la misma confederación. Los “Socceroos” ya complicaron a la Argentina en los octavos de final del último mundial, aunque una Noruega liderada por la potencia de Erling Haaland sería igualmente amenazante. Si Australia cayera en el grupo, las reglas de la FIFA impedirían que se sumen Uzbekistán, Qatar o Arabia Saudita desde el Bombo 4, dejando a Sudáfrica —anfitrión en 2010— como la opción más difícil restante para completar la zona.

Un título inesperado sacude el fútbol local

Mientras la atención internacional se centra en los cálculos para el 2026, el fútbol doméstico volvió a dar la nota con una decisión sorpresiva. En un giro inesperado, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) declaró este jueves a Rosario Central como el “Campeón de Liga” de 2025, adjudicándole un título de nueva creación. La noticia tomó desprevenido al ambiente futbolero, acostumbrado tradicionalmente a los torneos Apertura y Clausura, que definen a sus ganadores a través de playoffs.

La Liga Profesional, bajo la órbita de la AFA, comunicó que su comité ejecutivo decidió por unanimidad premiar al equipo que acumuló la mayor cantidad de puntos en la tabla general. El “Canalla” sumó 66 unidades sumando las fases regulares de ambos torneos, mérito que habitualmente solo servía para determinar la clasificación a las copas continentales —Libertadores y Sudamericana— y los descensos.

Di María y la polémica de los formatos

La entrega del trofeo contó con la presencia estelar de Ángel Di María, quien estuvo allí para recibir el galardón. El club rosarino no tardó en celebrar en sus redes sociales, autoproclamándose “el mejor equipo del año” y sumando rápidamente una octava estrella a su escudo profesional. Esta consagración se da en un contexto particular: Platense ya se había alzado con el Apertura a mitad de año, y el Clausura está a punto de iniciar sus octavos de final, con una final a partido único programada para el 11 de diciembre.

La gestión de Claudio “Chiqui” Tapia al frente de la AFA se ha caracterizado en los últimos años por la constante mutación en los formatos de competencia y las reglas de ascensos y descensos. No obstante, establecer un nuevo trofeo oficial con la temporada aún en curso marca un precedente inédito que vuelve a poner el foco en la desprolijidad organizativa, incluso en momentos de celebración deportiva.

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